Así habla el Señor, tu Dios, el que defiende la causa de su Pueblo: Yo he retirado de la mano la copa embriagadora; de la copa, del cáliz de mi furor, ya no volverás a beber. Isaías 51,22

 

Templo de Jerusalén
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Episodio 71 Podcast TemplodeJerusalen.com
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